El
domingo último se verifico con toda solemnidad la inauguración del ferrocarril
eléctrico a Ñuñoa.
Los
directores e ingenieros de la Empresa atendieron a los invitados oficiales y
demás comitiva con su característica amabilidad.
Un
convoy engalanado con banderas recorrió la línea con la comitiva. Después del
acto de estilo los jefes de la Empresa invitaron a la concurrencia a un
almuerzo en la pintoresca Quinta Ossa de esa localidad.
El
almuerzo, muy bien servido, se prolongo hasta cerca de las tres de la tarde.
Después hubo en Ñuñoa algunas diversiones populares con motivo de la
inauguración.
Si
este servicio es bien atendido como lo esperamos importara un inmenso beneficio
para los vecinos de ese suburbio de Santiago. La corriente de veraneo hacia tan
pintorescos sitios ganara también prodigiosamente y los habitantes de la
capital tendrán además los medios fáciles y baratos para trasladarse allí los
domingos y darse un rato de expansión campestre.
Ojala
que la Empresa tomara como modelo para la nueva línea, el servicio de tranvías
de Viña del Mar a Valparaíso que no vacilamos en calificar de esplendido.
